En algún lugar de la Pampa templada el calentamiento global compite con la memoria de los concurrentes a la Ronda del Mate
- Cuando formábamos en la mañana del 25 de Mayo todos echábamos vapor por la boca y el campo, pasando el patio de la escuelita, blanqueaba - dice el tipo
Y los otros asienten con fervor, porque todo el mundo recuerda cómo eran aquellas festividades escolares, o no, quizás cada uno recuerda sólo una y la multilica por todas las que pasó.
- A la mañana, cuando te levantabas, el agua de la palangana estaba congelada - dice otro, y otros asienten, pero otros recuerdan que la gente ya no se levanta a la hora que nos levantábamos antes.
Otro individuo recuerda un canal congelado. Otro una telaraña entre dos hilos de alambrado, cubierta de rocío primero y convertidas en hilos las gotitas luego.
En un largo recuerdo, otro recuerda haber viajada a Venado Tuerno a comprar una tropa de novillos en una camioneta vieja, haber pasado por un bajo que estaba firme y duro a la madrugada pero haberse empantanado allí mismo a la vuelta.
- Era barro puro - deducía - pero a la ida lo encontramos congelado.
Y otras visiones de hielo y blancura portentosas los acompañan, cada vez más gloriosas cuanto más pretéritas y desaparecidas. Vaya a saber si es cierto que antes había frío y hielo por acá.