Como se ha opinado ya tantas veces en las asambleas de la Sociedad Carnotista del Río de la Plata, la crisis del capitalismo global es un fenómeno de resonancia. La habilidad de capitalista clásico, encontrando un nicho y explorándolo hasta el fin, ha sido sustituída por unos muchachos analizando gráficos de computadora. El mundo celebra a Steve Jobs pero pone su dinero en los fondos de inversión. Una concepción estadísticas de las cosas según y por la cual la ignorancia y la incertidumbre serán sustituídas por coeficientes de riesgo - unos pesos invertidos allá, otros acá, huevos en distintas canastas, un poco de alto riesgo para ganar, un poco de bajo riesgo para conservar - desconociéndo que cuando este criterio se hace masivo y aplicado al Dinero del Mundo el Mundo se modifica para que lo seguro se vuelva riesgoso y para que todas las canastas rompan los huevos al mismo tiempo.
El Analista, por definición, nunca conocerá de cada Opción más que los parámetros clásicos expuestos a todo el mundo: Balances, cotización, perspectivas del sector, etc... Una sistematización standar de la Información, que comparte con todos los otros analistas. No puede, jamás, confrontar con el director del proyecto, la gerencia de la companía, el gobierno emisor de bonos: ellos, de su proyecto en particular, saben más que el analista. La habilidad de engañar Analistas tórnase la más interesante habilidad de los Directores, para conseguir recursos, y los Analistas compiten entre sí para encontrar la mejor real opción - o para engañar a los Inversores durante más tiempo. Nunca, jamás, estudiar la información del que estudia la información del que estudia La Verdadera Cosa puede ser más rentable que dedicarse a la Verdadera Cosa.
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