Este apilamiento de cosas parecidas por acción de una fuerza externa que las segrega conforma al fin una estructura que luego será el sustento para cualquier otra. Una precaria senda de postas en la llanura, ubicadas allí en la zona intermedia entre dos territorios indígenas hostiles, junto a algún río o pozos de agua bueno, devendrá luego en ruta principal, en autopista troncal, en Panamericana. Las ciudades se desarrollarán a su vera porque allí corre la vía principal y será la vía principal porque a su vera están las ciudades. El fenómeno, maduro, se retroalimenta y su orígen es casual, ajeno a la naturaleza final de la estructura.
Pero de todos los apilamientos que sirve de base para futuras construcciones el más llamativo es el de las estructuras de pensamiento. Al tipo le hablan de algo nuevo y debe recurrir, indefectiblemente, a semejarlo con algo conocido para entenderlo. Entiende la electricidad haciendo analogías con la mecánica. La economía tendiendo líneas con la física. La ley de la Oferta y la Demanda - cuando muchos ofrecen y pocos quieren, bajará el precio, y viceversa - será entendida como la ley de la flotación o una relación de pesas cuando, en verdad, se trata de un comportamiento social. A su vez los fenómenos naturales serán descriptos como animados de intención y vida - la nube, en estas condiciones de temperatura y presión, se satura, entonces forma gotas y precipita para descargar el exceso de humedad - como si la nube se preocupara de no llevar agua demás.
Todo el bagaje de conocimientos nuevos estarán anclados así, conectados a un antecedente analógico vaya a saber cual. Para escaparle al particularismo el tipo desarrolla una ciencia de la pura lógica, como las Matemáticas, pero en cuanto se vuele un real matemático la vida real se le vuelve ajena.
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