Teresa, en su tesis final, evade el tema militar y lo atribuye todo a la política. Es verdad, por alguna razón - es la economía estúpido - que cordobeses y santiagueños migraron a fines del siglo XVIII hacia la campiña bonaerense y en el camino se econtraron con los pueblos costeros santafesinos. Cierto es que los hacendados instalados vieron como una amenaza a estos criollos que se amontonaban entre ellos y el Peligro Indio. Fundaban puestos y estancias donde nadie se atrevía y posiblemente les robaban más de una vaca. "Vagos y malentretenidos". Una dramática acta de la muy criolla villa de Coronda relata cómo esos individuos, con capa de potreadores, entraban a arriarle hacienda a los decentes en domingo y fiestas de guardar aprovechando la masiva concurrencia a la iglesia. Al fin el castigo: arresto y servicio en la línea de frontera norte, contra los mocovíes. Estos individuos que quieren conquistar el Oeste son reconducidos para la defensa del Norte: No es la tierra - que sobra - lo que se debe ganar ahora, es el vacaje, el cuero, el charqui, de mercado limitado lo que se debe preservar para los miembros del Cabildo y las Hermandades.
En fin, una variante, sugiriendo que la burguesía confrontaba dos grupos de marginales para que se anulen mutuamente. Marxista y martinfierrista. Ay, Teresa.
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