jueves, 20 de diciembre de 2012

divagaciones sobre el seguro agrícola



El hidrológico - o agroclimático - desastre en curso durnte esta primavera y verano, Año Niño mediante o lo que fuera, azotando la cada vez menos rentable producción agrícola, hacen recordar que:
1) La Argentina  no tiene una buena cobertura de seguros agrícolas. Sólo sobre granizo, pero el granizo es un riesgo puntual y no regionall como la sequía o los anegamientos e inundaciones masivas
2) Estos últimos seguros son rehuídos por las companías locales porque requieren un enorme fondo de respaldo. Cuadno ocurren los siniestros, son generales y masivos y hay que pagar y tardar años en recuperar. En el Primer Mundo se subsidian estas coberturas y por eso funcionan. Aquí no.
3) Nadie subsidia al productor local y en cambio sí aporta como un tercio del valor internacional de venta de su producto en retenciones a las exportaciones
4) El gobierno nunca subsidiará de su bolsillo a los agricultores pero por otra parte si estos desastres naturales pegan a pleno el retroceso productivo será notable.
5) Las companías de seguros, para constituir sus reservas, estn obligadas  comprar bonos del Estado entre otras inverisones


Entonces pues se vislumbra el camino: El subsidio será otorgado, en un 50% del valor de las polizas, en bonos de tres a cinco años. Su pago podría derivarse del mismísimo Fondo de la Soja que se reparte entre las provincias.   Las companías constituirán sus reservas con ellos. Los agricultores tomarán los seguros masivamente porque la relación costo/beneficio mejora sustancialmente. El Estado pagará con las retenciones pero no hoy sino  progrsivamente al vencer los bonos en años sucesivos. Los agricultores se recuperarán más rápido de cada golpe climático y mantendrán su ritmo productivo. Tomarán más riesgos de inversión al contar con buenas coberturas. Los bancos, las financieras y los que quieren venderles máquinas y herramientas les prestarán más dinero porque sus cosechas están bien aseguradas lo que implica un cobro más seguro. Toda esta mayor actividad redundará en mayor producción y más recaudación: el Estado pagará los bonos con el dinero que recaude de esta mayor actividad, seguramente. Habrá ganado plata.

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