viernes, 24 de febrero de 2012

la Entropía y las viejas amistades

El tipo, cuando los otros lo ven, inspira recuerdos más que incognitas. Lo abrazan, le dicen "te acordás..." dentro de las primeras veinte palagras que le dicen. El tipo se conoce que es una fracción del Pasado Ajeno molestamente insertada en el Presente. Intercambia teléfonos e invitaciones a cenar y luego huyen ambos: el tipo sabe que el Pasado está cómodo en el Pasado o requerido a voluntad ante una foto, una canción, una frase. Pero si se presenta de cuerpo entero y reclama antiguas lealtades y conjuras ya es molesto.
Eso le pasa al tipo que vuelve al Barrio diez años después, esas cosas. Antes fue por sí mismo y ahora sólo es un nudo de conecciones: su presencia remonta a otras cosas, otros hechos, otros lugares y acontecimientos. Como el tipo no puede traer todo ese bagaje consigo - es él nomás, todo lo que estaba conectado con él ya se ha ido - está incompleto y resulta, al fin, no asimilable. Invitarlo a cenar y que se presente significaría entablar una nueva amistad con un desconocido (uno que tiene cierta información nuestra, digamos).
Demasiada información perdida y demasiada nueva por asimilar. Es una cuestión de entropía.

Una canción que no tiene porqué funcionar siempre

martes, 21 de febrero de 2012

el gualicho

Dénle una oportunidad a la Paz.

Desde luego, hay que desmalvinizar. Nada importa. Si hay 100 000 millones en petróleo ahí abajo, lo mismo. Serían como dos o tres cosechas argentinas de granos, nada más, aunque probablemente en las noticias haya mucho globo inglés y menos petróleo. O nada rentable. Nos hemos ahorrado 1 o 2 puntos del PBI por año con la política del poco armamento, desde la democratización, hace 30 año ya y siguen contando. Fue negocio!
Mas que nada, la despedida de la fase militarista en la construcción del país. La fabulosa expansión - 300 millones de hectáreas, la octava extensión nacional en el Mundo para un puñado de humanos - justificó una excesiva fe en el fuero militar, defraudada a lo largo de todo el siglo XX: golpes de Estado, generales mesiánicos, corporativismo, asonadas, masacres internas, guerras sin permiso. Basta. Los japoneses demostraron que se puede hacer casi todo teniendo casi nada. Ahora hay que laburar nomás y estudiar ecuaciones diferenciales y otrorrinolaringología.

martes, 14 de febrero de 2012

Cris, riego, seguro contra la sequía

Los agricultores no deberían confiar tanto en Dios o en el Gobierno, dijo Cris, sino tomar más seguros contra la sequía y más riego.
Del riego: Es n largo e ignorante mito suponer que se puede regar en la Pampa Húmeda. El riego se aplica en riberas o en valles. Una gran superficie de piedra y montaña se encarga de colectar agua de lluvia, luego va a las napas o a un cauce, en ambos casos se la bombea y se la aplica a una superficie mucho menor al área orignal de colectado de lluvia.
En la enorme llanura el agua que recarga la napa es la misma agua que infiltra verticalmente - no hay "zonas colectoras" y "zonas de concentración" y "zonas de almacenamiento" y eventual consumo. Todo es la misma. Lo que llueve y percola traspasando el manto fertil puede acumularse en la primer napa: a lo sumo, pues, podría regarse recuperando por bombeo los mismos milímetros que pasaron de largo hacia abajo durante una temporada lluviosa. Eso es muy poca agua. Las freáticas, además - aunque esto es muy técnico - no rinden como las napas ocluídas o semiocluídas que bajan de las sierras y montañas.

Del seguro: Al contrario que el granizo, que es fuerte y puntual, la sequia es un daño masivo a una gran área que ocurre pocas veces. A todo un país o todo un subcontinente a veces. Para cubrir semejante daño debe constituirse una megapóliza y para ello todo el mundo durante todos los años deben comprar el seguro antisequía para poder pagarle a todo el mundo durante el año seco.
Puede remplazarse "todos" por "casi todos" en la sentencia anterior. Pero no menos.
En el Primer Mundo lo logran porque los gobiernos subsidian hasta la mitad de la póliza. Como el valor de la póliza mas o menos cubre el riesgo = daño x posibilidad de que ocurra, si te regalan la mitad del riesgo es de locos no tomarlo.
Pero aquí no ocurre. Esto torna muy oneroso el seguro en relación a su riesgo, y lo compran sólo algunos.
Ahora bien, le reclamarán largamente al Gobierno que ayude en esta sequía, que baje las retenciones por ejemplo. Por otro lado toda companía aseguradora debe hacer una inversión financiera para respaldar sus pólizas en caso de siniestro: inversiones que incluyen comprar bonos del Gobierno como reserva.
El Gobierno, que todos los años se embolsa las retenciones, podría entregarles un crédito a los productos para que compren un seguro de sequía subsidiado. El pago sería en bonos entregados a las companías de seguro para que consitutuyan el fondo de reserva. No desembolsarían dinero ya, sino en un plazo, y cada año entregarían una nueva tanda de bonos para constituir la reserva de la nueva cosecha. Pero los beneficios de la cobertura serían inmediatos. Y por supuesto, como indica nuestra Ley de Emerggencia Agropecuaria, el que tiene el riesgo cubierto por un seguro no puede pedir las desgravacione impositivas y diferimientos que la Emergencia contempla. Y por supuesto, quien comercialice en negro no recibirá el crédito fiscal para comprar el seguro subsidiado de la próxima cosecha.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Vera

Importancia de Malvinas en la elucubración de la Argentina

En efecto, un contraaque portugués en la zona de Rio Grande, el libro del expulsado jesuíta inglés Faulkner sugiriendo que la Patagonia era valiosa y que habría un pasaje fluvial entre el Atlántico y el Pacífico allí, la ocupación británica de Malvinas y la Independencia yankee con la consabida sospecha de que los ingleses intentaría recobrar tierras en otra parte impulsaron, por fin, que el Rey crease un Reino hispano atlántico con sede en Buenos Aires. Fue el virrey Vertiz el que expulsó a los británicos de Puerto Egmont aunque volvieron en 1833 a punto para exacerbar el nacionalismo argentino. A lo largo de la Historia fueron utilísimas para unificar la opinión del país - a menudo único tema en el que se ponían los argentinos de acuerdo. En 1982 fueron utilísimas para darle una salida nefasta a la peor de las dictaduras y reinaugurar prontamente la democracia. Ahora, al parecer, extraerán 40000 millones de dólares de petróleo de allí, lo que creará un sentimiento de impotencia profundo que impulsará a la Nación a superarse y alcanzar el grado de país desarrollado. La aceptación del inevitable liderazgo contiental brasileño no hubiera sido posible sin la conección a tierra que significó la guerra perdida. El abandono de las veleidades europeas del argentino pálido, producto de su orígen inmigrante, y la identificación rápida con Sudamérica, se han logrado también gracias a éste resentimiento antibritánico. Un saqueo leve - una pizca de las riquezas naturales argentinas - un millar de muertos en dos siglos - mueren más en varias semanas de tráfico automotor - y un muy conveniente Enemigo para amasar la conciencia nacional. No podría haber sido más barato.

viernes, 3 de febrero de 2012

Civilización y Barbarie

La clave argentina, por supuesto, no está a partir de Mayo de 1810 como dicen los manuales sino en el medio siglo anterior cuando los borbones echan a los jesuítas y fundan el Virreinato del Plata. Ultimo y postrer intento por enfrentar a Portugal y a Inglaterra, por ser modernos, por ser iluministas. Es preferible, inclusive, deshacerse de esos reinos teológicos-indígenas, esas utopías medievales, e importar hombres-bestias, hombres-mercadería, esclavos africanos. Los revolucionarios de Mayo son herederos de eso, simplemente lo llevan a su máxima expresión: el abandono de la atrasada España como metrópoli. Pero el jesuitismo sigue ahí: Pedro Cevallos, el mismísimo primer Virrey,lo es tanto como se puede. Los caudillos americanos, Artigas y los guaraníes, López y los abipones, Güemes y sus gauchos. Facundo. América se amasa con la materia posible y a veces es oscura. Ya Irala había llegado a la misma conclusión, él primero que nadie.

Paralamas