lunes, 23 de abril de 2012

literatura de viajes

El viajero inglés, a quien llamaremos Caldwell, llega al Monte de José Nudo, la esposa del comandante le cede su cama, él se niega, ella le dice que dormirá en otra pieza. Pero al despertar descubre que ella duerme en el suelo al lado suyo y al repocharle ella le dice que le mintió porque sabía que iba a negarse tomar su cama. ¿será así todo esto? ¿Caldwell nos habla en clave? ¿se tiró un lance la mujer del comandante? ¿los ingleses son tan complicados para relacionarse con las criollas? En fin, Caldwell sale y se encuentra con el general López que está tomando aguardiente con el mate, temprano, a la sombra de unos árboles. Se acerca, se presenta, lo saluda. Conversan. López le dice que sabe dónde está Ramírez y su ejército y que va a atraparlo y a cortarle la cabeza. Caldwell luego en sus memorias dirá que Ramírez era un gaucho ignorante y que no se perdió mucha materia gris cuando, efectivamente, la gente de López le cortó la cabeza. Hablan de otras comarcas, Caldwell le cuenta a López sobre la situación de Perú y de Chile, a López le aburre: para él esas ya son lejanas comarcas. Sigue viaje. Andan por trebolares pletóricos de perdices, llegan a la mísera fortificación de Coronda, continúan hacia el Sur. Cuando van cruzando por unos campos con muchas cuevas de peludos el caballo de su baquiano mete la pata y cae mas el paisano sale corriendo "como hacen todos en estas provincias" dirá Caldwell. A la hora le pasa lo mismo pero a él, claro, el pie le queda atrapado bajo el caballo. Los hombres se ríen, con el tobillo hinchado y bajo una llovizna fría Caldwell soporta la hinchazón y el dolor y la verguenza de ser un extraño torpe para la montura. Llega a la posta de San Lorenzo, la mujer a cargo lo cura y le cede la cama y Caldwell acepta en honor a su tobillo hinchado. Duerme a pata tendido, a la mañana siguiente le regala toda el azúcar que le quedaba a la mujer "a sabiendas de que no aceptaría otra cosa".

mal muy mal tres y basta

Oh, tu, kirchnerista que pasas y me escuchas, ¿descubriste ya porqué el Gobierno incautó sólo las acciones de la controlante Repsol y no a proporción entre todos los accionistas? Donde hay uno muy especial, Eskenazi, que compró a pagar con las utilidades de lo mismo que compraba! Y compró porque el Gobierno presionó a Repsol. ¿porqué no incautar esas acciones primero? Si al fin devolvía lo que aún debe, suma cero. ¿Porqué no incautar todas las de Eskenazi y luego las que hicieran falta a Repsol para llegar al 51% ?? Ahorro inmediato de miles de millones de dólares en costos de indemnización para el Fisco. Sin perder un gramo de absoltuo control sobre la companía. ¿Te lo imaginas, oh kirchnerista que pasas por aquí y me escuchas? Ah, Brutus, la culpa no está en las estrellas sino en nosotros mismos...

martes, 17 de abril de 2012

Mal muy mal dos

La esperanza del kirchnerismo es que parecían haber captado que nacionalizar está demodé y no aprovecha. Descubrieron que era mejor dejarle las empresas a sus dueños, apretarlos, controlarles los precios, crearles impuestos abusivos, exigirles inversiones y favores, pero jamás matar la gallina de los huevos de oro metiéndose a estatizar y a gerenciar. Parecía ser esa la inteligencia de Néstor Kirchner y también la del polémico Moreno que se la pasó poniéndole el cuchillo en la panza a sinnúmero empresarios pero no le sacó la empresa a nadie. No es que eso estuviera bien pero era un mal menor. Siempre los capitalistas podían tomarse el ciclo como un período de complicaciones y vacas flacas pero salvando su propiedad para el futuro. Los mas vivos se hicieron aliados del sistema, recibieron subsidios y trasladaron al Estado todo el costo del absurdo esquema de controles de precio - que nunca funciona, y en un país con inflaciones del 25% anual huelga demostrar que no funciona. Ahora se repite el esquema de los manoteos, cual huídas hacia adelante cada vez más espasmódicas, pero revierte lo más valioso de la década del 90: las amplias privatizaciones. Cierto es que ya habían retrogadado al Estado el Correo y obras sanitarias, pero que esos servicios sean estatales es normal en casi todo el mundo. Fue un exceso privatizador sacárlos del Estado. Y cierto es que Aerolíneas marcaba un feo precedente, pero parecía un pecado menor para darle caja a los chicos. Su perdida de 700 millones de dólares anuales podía servirle a los teóricos de la liberación, además, para no insistir con estatizaciones. Y sin embargo allá vamos, y será un horror. No resolverá ningún problema y creará algunos bastante grandes y los antecedentes indican que al volver a quemar las papas - lo que ocurre en plazos cada vez más cortos - todo terminará en otra campaña gloriosa, contra algún otro Enemigo de cuya bolsa tendremos que apoderarnos para salvar al Pueblo. Será feo hasta que los votos los limiten y los saquen de circulación, cuatro años vista.

lunes, 16 de abril de 2012

Mal, muy mal.

Mal, muy mal la estatización de YPF. Ahora: 1) Habrá que pagar las acciones incautadas 2) Habrá que pagar, alguna vez, los millonarios juicios que sin duda el Estado perderá en el CIADI 3) YPF conseguía plata más barato que el Estado, ahora no le prestará nadie. 4) Los otros accionistas se ven descapitalizados por el colapso de la acción. 5) No habrá más producción porque para eso hay que invertir dinero que no se tiene. 6) Funcionará peor, como funcionan peor todas las empresas nacionalizadas. Y después de eso, funcionará aún peor. Como Aerolíneas. 7) La fuga de capitales se exacerbará 8) Las medidas de castigo de España y de la Unión Europea 9) La negativa a invertir en Argentina sobre cualquier área que el gobierno pueda considerar convenientemente manoteable. 10) Y un largo etcétera.

domingo, 15 de abril de 2012

Toponimia e Historia

La toponimia cambia, en lo urbano, porque los políticos municipales cambian los nombres de las calles para homenajear a sus fuentes más recientes de ingresos y privilegios - o bien se adopta, localidad tras localidad, una secuela temática: las batallas de la Independencia serán calles paralelas y cercanas ( Chacabuco, Maipú, Suipacha...) las provincias argentinas, los países americanos, los europeos, los científicos - si Ud. encontró la calle Humboldt, por ejemplo, apueste a que la Pasteur está cerca y corre en paralelo. O la Borges y la José Hernández. En lo rural, en cambio, la toponimia envejece y cambia. Los accidentes naturales - y en la Infinita Llanura, los mínimos accidentes naturales - que determinan un punto de referencia son olvidados luegos por los nombres de las localidades, los números de las rutas, las posiciones del GPS. La cañada del ombú, célebre por siglos entre los rastreadores y los troperos, cede a paso al kilómetro 415 de la ruta provincial 13. Al ombú lo parte un rayo, o se arde, o lo hachan para sembrar un poco más de soja o - inclusive - el ombú sigue ahí y es un árbol grande más en un terreno bajo. Y ya nadie lo nombra. Entonces aparece Teresa a historiar y dice que sabe que hubo un puesto militar entre 1820 y 1830 por acá pero cuya ubicación se ha perdido. Se llamaba el Monte de José Ñudo. Un viajero inglés que venía de Chile asevera en sus memorias haber contratado un guía en el fortín El Tío, para el lado de Córdoba, y lo contrata para que lo lleve rumbo a Rosario. El guía los hace viajar de noche por el temor al indio, bajo la luna cruzan las rastrilladas guaycurúes. Se alegra el criollo de encontrar un árbol en medio de la pampa que le indica que el rumbo es bueno. Allí descansan y les cuenta a sus clientes historias terribles - reales o inventadas - sobre sus luchas con los salvajes que tienen el probablemente buscado efecto de no dejarlos dormir. Durante el día llegan al fuerte, al viajero inglés la joven esposa del comandante le parece hermosa y lo anota en su diario - pero es probable que tras un viaje así todas las jóvenes esposas de los comandantes parezcan hermosas. Y aparece una vez más en las memorias de Araoz de Lamadrid que está de nuevo en el Tío esperando batallar con los federales y le vienen a avisar que tienen unos caballos de resguardo en el Monte de José Ñudo. Y después nada. Lo habrán suspendido al fortín alguna vez. Se levantaron estancias cercanas, ferrocarriles, estaciones, pueblos y su memoria quedó borrada. Nadie pero nadie nombra a José Ñudo. Entonces yo le traigo un mapa actual a Teresa, uno hidrográfico, y entre dos rutas aparece una línea quebrada azul que dice: "Cañada de José Ñudo" - y se toma un compás y regla y las leguas que el viajero inglés anotó haber cabagado de noche y, efectivamente, la cañada del mapa dista del Tío esas leguas (ah, la precisión británica!) Entonces declaro yo que el cartógrafo, a diferencia del poblador, cuando levanta un mapa recurre siempre al mapa anterior del lugar, que actualiza y de ser posible mejora, y pone todos los nuevos nombres y detalles pero transcribe siempre - sin olvidar uno - todos los topónimos que encuentra. Y así viajan de mapa en mapa los viejos nombres de la Geografía y la Historia cuando ya todos los habían olvidado.

viernes, 13 de abril de 2012

Externalidad y entropía

La Externalidad económica viene a ser una secuela de los actos económicos, una secuela que tiene su valor económico pero que el actor no paga ni cobra sino que la pagan o la cobran otros. Los vecinos, el entorno, la sociedad, otros agentes económicos. Ejemplo de manual es la cría de abejas melíferas: el dueño de los panales los establece cerca de cultivos florales. Lo necesita así para que le sirvan de fuente alimenticia; a los cultivos, por otra parte, las abejas le aseguran mejor polinización. Cada uno de estos componentes representa una externalidad positiva al otro, que se beneficia sin pagar. La gran externalidad negativa en nuestra Era es - como dijo Bradanovich - la contaminación, el efecto de los efluentes de los actos productivos. Por supuesto, desde el punto de vista del Carnotismo, la Externalidad no es sino una de las múltiples formas de la Entropía. Los residuos degradados de las combustiones y procesos no pueden sino aumentar la Entropía del Entorno, del Universo: todo lo que ordené al interior de mi Sistema provoca un mayor desorden en el Cosmos. La Externalidad positiva en cambio produce el efecto de la Informacíón, que ordena y mejora, y que ya se sabe fue generada pagando su entrópico precio. No es trampa: es que ya estaba pagado. Eones atrás las plantas decidieron aplicar parte de la energía acumulada a producir azúcares en formatos llamativos de colores fáciles de detectar por insectos que se alimentan de ellos volando de planta en planta. Después se domesticaron las plantas como los insectos y volver a reunirlos para que potencien su productividad no es una genialidad: es restablecer el orden antes logrado y es no desperdiciar el capital de azúcares y flores y aparatos olfativos y glándolas que ya está ahí para ser aprovechado. La Externalidad Positiva es volver a conectar lo que antes ya estaba enchufado. Como en los juegos de mecanos y rompecabezas, no se hace más que unir adecuadamente una estructura que ya estaba ahí pero algún avatar fraccionó u oculta. Dice Ezequiel Gallo que durante la colonización de las pampas algunos almaceneros italianos donaban el terreno para levantar la Iglesia junto a su comercio, y donaban materiales también. Luego los dispersos colonos tomaban sus sulkis y carros y volantas y enfilaban cada domingo para la misa diaria y culminado el acto concurrían al boliche para hacer la provista semanal. También solían despejar y barrer el galpón de almacenes y conseguir una orquesta para el baile anual donde los jóvenes de la región tímidos y mirando de reojo al otro sexo concebirían horrendos pecados sexuales que sería necesario expurgar en futuros confesiones en la Iglesia o, caso de consumarse el Pecado, bendecir en sagrados matrimonios y bautismos. Ahi estaban ya puestos siglos y siglos de catolicismo europeo, el Catecismo, el sacrificio en la Cruz, el Infierno, la eterna condenación de los que no concurren a Misa, el diezmo, el Padrenuestro, la represión sexual de las mujeres, el perdón de los pecados debidamente gestionado por sacerdote con título habilitante. Todo un capital cultural puesto al servicio de fidelizar al cliente con un punto de venta de harinas y licores en el medio de la llanura. No, los almaceneros italianos no estaban inventando nada: aprovechaban la Información prexistente, arrimaban un par de conexiones. Las Externalidades Positivas son eso.

jueves, 5 de abril de 2012

Paraná

Un buque rumbo a Polonia se atasca en el río y por dos días los remolcadores van tratando de sacarlo -mientras tanto todo el tráfico fluvial se detiene a ambos lados del Canal de Navegación. De paso la Prefectura podría cambiar los colores de sus alertas Tradicionalmente va "tarjeta roja" si el río está subiendo - aunque suba desde niveles muy bajos - amarillo es estable y "tarjeta verde" si baja - aunque baje desde niveles muy bajos ! Los estiajes siguen viéndose como ausencia de problemas pero desde luego son un problema económico grave. El buen o regular dragado del Canal influyen, por supuesto, y si no hay más remedio la menor carga de las bodegas de los ultramarinos. El pronóstico de alturas en estiaje es mucho más sutil y debería marcar "rojo" - siquiera para tomar conciencia de los riesgos - también en las bajantes fuertes. Si tuviésemos un público y detallado pronóstico de mediano y largo plazo 1) Todos los que tiene actividad en el río estarían alertados con tiempo 2) Todos los que tienen responsabilidades sobre su manejo no tendrían excusas...

domingo, 1 de abril de 2012

Ballena del rock

Agua y Oro


El gobierno es extraño. Todo lo que el país quiere o necesita debe ser barato, de ser posible regalado, para lo cual se oprime a los productores de ello. Con lo cual se consigue que produzcan menos de ello. El petróleo o el gas y la pelea con YPF. El trigo por el sagrado pan, cuya exportación se cuotifica de tal forma que los exportadores se llevan la parte del león y produce la migración del agricultor hacia la cebada, la arveja, el garbanzo y otros experimentos varios - que de ordinario eran menos óptimos que el trigo. La carne, que exportamos menos que Uruguay hace ya años, ahora bate el record de ser superada por la leche en polvo en embarques al exterior. Y sigue.
Por el contrario lo que no necesitamos esta muy bien que se extraiga si trae divisas y paga regalías - y si conlleva negocios para las burguesías provinciales que también ejercen la política, aún mejor!
Es el caso del oro y el cobre y otros minerales. Por esas companías hasta se vetan leyes de protección ambiental. Las poblaciones locales, en cambio, se oponen tenamente: no han visto un gran derrame en sus regiones y sí ven un gran riesgo en el recurso clave en el desierto: el agua. Y las megamineras a cielo abierto consumen el agua a patadas.
Las capitales nacional y provinciales reciben el derrame impositivo y cambiario de estos emprendimientos pero no el poblador local que debe esperar, a lo sumo, el retorno por el clásico sistema punteril y electoral de revoleo de favores.
No, no, la clave es el agua. Lo que las meganimeras deben dejar es un sistema hídrico mejor que el que estaba antes. Y más seguro. Permitir remplazar los canales a cielo abierto y el riego por surcos por los acueductos cerrados y el riego presurizado por gravedad. Hacer las tomas bien altas - el lo posible más altas que las minas y sus diques de cola y sus desechos y llevarlas a caño cerrado hacia abajo, donde llegarán presurizadas y podrán se distribuídas con formas de riego eficientes (aspersión, goteo).
La plata de las emrpresas debe ir direcco ahí, las regalías, el impuesto a las ganancias. A un fondo de desarrollo regional que permita hacer lo que hizo el PROSAP en la Quebrada de Lules.

Los tuareg asedian Timbuktú, esa ciudad de barro y libros que han asediado ya incontables veces en siglos y siglos



Pero al Mundo no le importa. Estan mirando las cotizaciones de la Bolsa, como si fueran a anticiparle el futuro.